Frente al incremento de los discursos anti-migración y políticas cada vez más restrictivas que están negando estos derechos a las personas migrantes, organizaciones españolas e internacionales de la sociedad civil demandamos con urgencia que los estados garanticen unas políticas migratorias con enfoque de derechos humanos.
Esta es la principal conclusión de la jornada internacional “Miradas críticas sobre las políticas migratorias desde la sociedad civil europea” sobre la implementación del Pacto Mundial para una Migración segura, ordenada y regular (PMM) organizada por la Red Española de la sociedad civil para el seguimiento del PMM.
La grave crisis humanitaria y de derechos humanos en el contexto migratorio, la enorme pérdida de vidas humanas a nivel mundial, y una tolerancia generalizada de esas muertes por parte de los Estados y de la comunidad internacional en su conjunto dibujan un contexto extremadamente difícil.
«¿Por qué un pájaro puede migrar libremente y las personas no? ¿Acaso tenemos menos derechos que los animales?” se preguntaba Amadou Bocar Sam de la Coordinadora de Asociaciones Senegalesas de Catalunya y miembro de la Red.
Ante la alarmante situación queremos expresar una “profunda preocupación” y hacemos un llamamiento a los estados a cumplir 5 puntos indispensables.
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Tanto en Europa, como en otras regiones, las políticas migratorias se han orientado hacia enfoques restrictivos que priorizan la seguridad y el control fronterizo. Esta externalización de fronteras y acuerdos con terceros países que desatienden las obligaciones internacionales están agravando la vulnerabilidad de las personas migrantes, por lo que aumentar la disponibilidad y flexibilidad de las vías de migración seguras es vital.
A nivel de los gobiernos nacionales se ha pedido que se garantice el acceso a los servicios básicos como salud, educación y empleo decente, ya que las políticas restrictivas y la falta de inclusión están negando estos derechos a las personas migrantes, agravando su vulnerabilidad y dificultando su integración. Esta situación es especialmente grave para las personas que se encuentran en situación administrativa irregular a las cuales se las condena a la clandestinidad, a la precariedad y explotación laboral.
Pedimos a los actores un rechazo más contundente a la criminalización y discursos de odio contra las personas migrantes, lo contrario contraviene también la Convención Internacional sobre la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación Racial. Estos discursos tienen graves consecuencias, tanto en las vidas de las personas migrantes, al incitar a actos discriminatorios contra ellas, como en la sociedad en su conjunto donde se promueve el racismo, la xenofobia y el odio hacia la diferencia.
Los estados deben reconocer y apoyar activamente el trabajo de la sociedad civil, ya que son estas organizaciones las que actúan en primera línea, proporcionando asistencia y defendiendo los derechos de las personas migrantes, a menudo en contextos adversos y con recursos limitados.
“Cuanto más nos unamos con distintos actores y partes interesadas, mejor podremos plantar clara a las narrativas de los gobiernos y nos servirá para conseguir un cambio real para las políticas migratorias” Elana Wong, coordinadora del Comité de Acción de la Sociedad Civil en la Comisión Católica Internacional de Migración, quien participó en la jornada.








